27 jun 2015

Reinicia y luego hablamos...



Los que nos dedicamos a esto y ayudamos en empresa o familiares con los ordenadores y últimamente con teléfonos móviles y tablets, recurrimos a menudo al recurso de "reiniciar" pero nunca damos una explicación sencilla de porqué.

Imagina que tu único recurso para trabajar fuese un lápiz, una goma de borrar y un papel en blanco. Tú escribes con pulcritud, ordenadamente, teniendo en cuenta que sólo tienes un papel, tarde o temprano el papel se llena o tienes que escribir una frase tan larga que irremediablemente tienes que recolocar otras frases o notas. En este momento, borras. Borras y borras con cuidado, sólo lo que ya no necesitas, con fuerza y seguridad para eliminar el máximo de carboncillo posible y después escribes la nueva frase. Por bien que lo hagas el papel queda marcado, se te ha olvidado borrar correctamente una tilde de la frase anterior, un punto, el rabito de una "a" y así sigues trabajando, el papel cada vez tiene más manchas, además con las prisas del jefe has olvidado borrar una palabra entera de una nota pasada. ¿Qué le ocurre al papel después de trabajar mucho con él? pues que ya no te cabe una frase limpia entera y junta, que algunas palabras no se leen bien porque tienen manchas pasadas, el papel ya no te permite trabajar. Tu Trabajo se "ha colgado".
La única solución es conseguir un papel en blanco: Reiniciar.

Bueno, pues acabo de definir el trabajo de los programadores, donde su único recurso de trabajo es la memoria volátil del dispositivo, la RAM. En esa memoria ordenan a sus programas, que para la metáfora son los lápices del programador, que escriban. Por ordenados que sean, siempre se dejarán algo atrás, la memoria se irá ensuciando y al final habrá que reiniciar.

En la vida de los programadores se unen más cosas y es que los programas ("los lápices") los han construido otros programadores y la mayoría heredan el trabajo ya hecho y los programas que ayudan a crear programas (las máquinas de hacer lápices) otros programadores distintos. Para la metáfora es como si encima tuviésemos un bolígrafo que irremediablemente pierde tinta. Tarde o temprano vas a tener que reiniciar.

Cuando nos llamáis y nos decís que algo no funciona, os pedimos que reiniciéis porque en ese momento no sabemos si tu dispositivo no responde bien porque ha leído un "borrón" en la memoria dejado por otro programa y no sabe que hacer, o porque realmente hay un problema con ese programa. Así cuando reiniciamos y duplicamos la situación anterior el error ya no está ahí, porque "el borrón" tampoco lo está.


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